miércoles, agosto 18, 2010

Ley de Plomo

LEY NUMERO 93
16 DE MAYO DE 2006

Para enmendar el Artículo 31 de la Ley Número 10 del 26 de abril de 1994, según enmendada, conocida como “La Ley para Reglamentar el Negocio de Bienes Raíces y la Profesión de Corredor, Vendedor o Empresa de Bienes Raíces en Puerto Rico” para añadirle un inciso 22 a fin de instituir la obligación del corredor de bienes raíces de orientar al comprador sobre la necesidad y conveniencia de hacer una inspección física de una propiedad por un perito debidamente certificado dentro de una transacción de bienes raíces.


EXPOSICION DE MOTIVOS

La compra de una propiedad es una de las inversiones con más trascendencia en la vida de muchas personas. Es por esta razón que la compra de una propiedad debe ser una consciente e informada. El realizar una inspección física a la misma, antes de la compara es de vital importancia para todas las partes envueltas. Muchas personas recurren a los corredores de bienes raíces para realizar una transacción de compra o venta de una propiedad. Es este profesional el llamado a servir como intermediario en las transacciones de bienes raíces, teniendo la responsabilidad de ofrecer un servicio de las mas alta calidad y excelencia. Dentro de este servicio es fundamental que el corredor de bienes raíces, oriente a sus clientes de la necesidad de llevar a cabo un inspección física de la propiedad, particular cunando no son propiedades nuevas. Todos sabemos que las propiedades sufren deterioro en sus componentes esenciales por el pasar del tiempo, y en muchas ocasiones, estas no son percibidas a simple vista. Entendemos que esta medida es beneficiosa para todas las partes envueltas en una transacción de compra y venta de una propiedad, ya que protegería tanto al corredor como al vendedor de reclamaciones por defectos encontrados en la propiedad, posterior al a adquisición de la misma. De igual manera, beneficia al comprador debido a que lo ayuda a comprar con seguridad, reduce los riesgos sobre deficiencias y desperfectos, ubicándolo en una mejor posición de negociación para adquirir una propiedad con valor justo y razonable.